martes, 31 de marzo de 2015

DEMOS Arena Deathmatch - 24/03/2015 // Seguimos con la liga en "Drobbit"

     ¡Buenas noches!

     Ayer anduvimos un poquito liados y no pudimos subir la entrada habitual, así que lo hacemos hoy. ¡Vamos allá!



     En Avalon Burgos realizamos como es habitual la jornada de demostraciones de Arena Deathmatch, que se adelantaron ya que el sábado se iba a realizar un curso de pintura, como se verá próximamente.

     Una de las batallas que se llevaron a cabo fue entre Cirlea y La Aberrancia, en la cual los Cirleanos dieron una buena paliza a un Minotauro, mientras que un Jefe Hombre Bestia se pegaba contra diversas Bestias. Al final todo acabó por los aires, pues el Cancerbero voló, un Smylodon fue hecho puré, y el Jefe Hombre Bestia tuvo alas provisionalmente, aunque sufrió pocos daños (a diferencia de su compañero el Minotauro, que fue engañado por su deidad, dándole un par de almas ajenas que harían que entrase en Furia Ciega, o lo equivalente: un estado de locura incontrolable.
     Marcos Rodríguez, uno de los jugadores de Burgos, nos relata su batalla en la arena, en la que sus Elfos Áureos se enfrentan a unos orcos bastante astutos:

     Abrí los ojos, el estruendo de la muchedumbre abucheando a esos pieles verdes me sacó una sonrisa. Al fin y al cabo no son mas que orcos. Lilytent la guardiana de jade miraba sus flechas, como si de un ritual se tratase, movía sus labios sin emitir sonido alguno, podía percibirse ese olor a cuervo saliendo de su carcaj. Tyhom mi hermano de sangre y compañero de batallas tensaba su arco largo mientras desentumecía los músculos de su cuello.

     Me puse en pié, e incliné mi torso ante Sathlar el hechicero celestial más célebre entre todos los de mi raza. Por fin oí las cadenas del mecanismo de la puerta y de nuevo escuché el estruendo de los hinchas, a la vez que el sol empezaba a reflejarse en mi escudo, soy Elliren y esta es mi arena....




     Hacía unos instantes que habíamos entrado en la arena; Olía a orco. Podía escuchar su nauseabunda respiración, pero no podía verlos. Tyhom cubría mi flanco izquierdo, Lilytent el derecho y yo protegía a Sathlar, el Hechicero Celestial. Todo estaba en calma.

     Frente a nosotros, un muro de unos dos metros y medio de alto. Podía oír como cuchicheaban en su insultante lengua. Sin previo aviso, nuestro mago sacó un pergamino de destrucción y lo leyó apresurado, mientras que detrás del muro salía despedido por los aires un Orco Bersérker.

     Éste, nada más caer, emprendió una carrera hacia la Guardiana de Jade. Poseído por su ansia de  sangre le golpeó con tal violencia que Lilytent acabó en el muro, malherida. Reaccioné deprisa cargando con mi escudo, pero el orco aguantó el embiste y, saltando sobre ella, acabó con su vida. Las almas de Lylitent pasaron a formar parte del orco que asimilándolas se alzó del suelo inbuido en rayos, sus músculos crecían, sus sentidos se agudizaban y mi pelo se erizaba. Al fin un rival digno.

     Mi hermano estaba ocupándose con su arco de otro Orco Berséker abatiéndolo sin problemas. Un Chamán se asomó por el muro intentando lanzar una bola de fuego. Cobarde... Chasqueó sus dedos, y una tremenda bola de fuego cruzó la arena desvaneciéndose a centímetros de Tyhom. Ni siquiera saben calcular distancias.




     El público estaba enloquecido, la Guardiana de Jade yacía muerta en la arena y el Orco Bersérker con fuerzas renovadas me golpeaba sin cesar. Los hinchas gritaban furiosos. Somos Elfos Aúreos, ¡y estábamos siendo masacrados por unos pieles verdes! Nos apedreaban, mi ego estaba más magullado que el brazo que sostiene mi escudo. Tanto era el clamor de los hinchas que Sathlar no soportó la vergüenza y abandonó la arena.

     Ahí estábamos mi hermano y yo, solos ante los orcos. Saqué fuerzas de dentro de mí, finté hacia la izquierda ganándole la posición al bersérker, golpeé su rodilla con mi escudo y concentrando todo mi ser en el golpe, rebané su cabeza.

     El público aclamaba mi nombre. Me siento en casa. El Chamán Orco empezó a susurrar unas palabras mientras un halo verduzco se concentraba en sus manos, miré a mi hermano, Tyhom tensó su arco y con su ojo de halcón hizo volar la flecha que detendría a aquel deleznable ser.

     Pero no, ¡no puede ser! Un gigantesco caudillo saltó de detrás del muro para interponerse entre la flecha y el Chamán. La flecha le golpeó parando su avance y girándolo en dirección al Chamán, el cuál imbuído en el trance de su hechizo acababa de materializar una bola de fuego justo delante de sí.

     Cuando pudo ver que su Caudillo Orco estaba frente a él ya era demasiado tarde. La bola de fuego impacto en el piel verde desintegrándole por completo y provocando graves heridas a su creador. El público enloquecía.

     Miré a mi hermano, ambos asentimos con la cabeza. La nube de humo se disipó y allí estaba ese sucio ser. Luce el sol, mi espada está cubierta de sangre, acabemos con esto. ¡Esta es mi arena!



     Mientras tanto, en The Drobbit Hobby Store se continuó con la liga (van por la cuarta jornada), que está llegando poco a poco a su fin, y nuestro reportero Kurin nos comenta qué sucedió:

     El día fue de lo más animado desde por la mañana en Drobbit, pues era el 2º aniversario de esta fantástica tienda dedicada al hobby. Aparte de la presentación de la miniatura exclusiva del Drobbit (excelente por cierto), por Juan Díaz. La mañana estuvo llena de demos de varios juegos, como X-Wing, Infinity y nuestro querido y archiconodido Arena Deathmatch. Tras irnos a comer todos juntos a un japonés, volvimos para dar comienzo al cuarto enfrentamiento de la Liga de Arena.
La jornada estuvo llena de batallas (cinco en total, y con suerte de que ya por la mañana se hizo uno… pues si no, ¡no había mesas suficientes!). El evento aleatorio de la jornada fue “Fuertes lluvias”, por lo que el público no estaba de muy buen humor, y toda la arena era considerada terreno difícil para los combatientes, un gran inconveniente para bandas como Enanos y Aberrancia.







     La sangre corrió y se tiñó el barro, Barbaria se enfrentó y perdió contra una banda de adoradores de Rayviel dispuestos a no ceder terreno ante las furiosas embestidas del Caudillo Ogro y los brutales caudillos Ragnar y Floki. Sólo la fortaleza física del Murmillo y las oraciones de Johan, el Santo, impidieron que la línea cirleana se rompiera, alzándose finalmente con la victoria en un combate muy reñido.

     Becerrackus, líder de la banda de Aberrancia, luchó una de sus partidas más duras contra los pielesverdes, capitaneados por el “Jefe Oztiaz”. La magia impregnó la batalla, lacerando e hiriendo a los seguidores de Drakojia, pero el olor de la sangre sólo enfureció más a los Minotauros, aumentando su ya de por si increíble capacidad de matar. Mencionar la astuta estrategia de Gan-Dhul, el Chamán veterano de los Orcos, al usar al propio Jefe Oztiaz como torreta lanzadora de hechizos gracias al sortilegio “Lazo óptico”, provocando un gran quebradero de cabeza a Becerrackus; además de como el gran Muuxhor partió literalmente en dos al nuevo Orco Bersérker de la banda verde (aunque gracias a los cuidados médicos y unos cuantos puñados de clavos y trozos de metal, el Orco volvió a levantarse para luchar un día más).




     Apocalipsis, capitaneada por Kelembor, un temible Caudillo Saqueador, consiguió acabar con una banda de Enanos rivales, aunque no sin esfuerzo, pues las pesadas y gruesas armaduras Enanas detenían prácticamente todos sus golpes y los de la nueva adquisición de la banda, un enorme y cabreado Minotauro ansioso por destripar a todo aquel que se le pusiese por delante. Los Enanos soportaron estoicamente las embestidas y ataques, y casi acabaron con la vida de sus enemigos, pero Cael se impuso finalmente en la arena.



     Un enfrentamiento fraternal se llevó a cabo entre dos bandas cirleanas, donde el olor a pólvora inundó los graderíos. Al comienzo del enfrentamientos ambas bandas jugaban muy a la defensiva, usando todo lo que tenían a mano para ocultarse y evitar que las pistolas hiciesen mella en ellos, pero en el momento en que una Espadachina de Lusia salió de su escondite en busca de oponentes, el Redentor enemigo la derribó contra una pared de un poderoso disparo, lo que provocó finalmente la muerte de la Espadachina tras varios turnos recibiendo múltiples tiros (la magia de la dote “Disparo múltiple”) contra la fría piedra, en una demostración de la capacidad de ejecución del Redentor.






     Por último, pero no menos espectacular, otra banda de Orcos, liderada por un excelentemente pintado Bersérker Orco, acabó uno a uno con los miembros Enanos de la banda enemiga, con ataques brutales y continuos, hasta que los brazos Enanos no pudieron soportar más los embites de sus adversarios, mientras los hinchas Goblins los rodeaban…



     Y hasta aquí la antepenúltima jordana de Arena Deathmatch, en dos semanas los Avatares volverán a enfrentarse en la arena, rodeados del siempre genial ambiente y risas de la comunidad de Drobbit.



NOTA: Todas las fotos referentes a la I Liga de Arena Deathmatch

han sido extraídas del Facebook de The Drobbit Hobby Store.

     Y por hoy, creo que es todo. Mañana más, y mejor :) Esperamos que os haya gustado la entrada.

     ¡Un saludo!


2 comentarios:

  1. Qie bien salgo en la foto xD

    Que pedazo de relato, mis felicitacions al autor!! Gran partida por lo que leo :)

    Y tb mis felicitacioms a la gente d drobbit por todo!!

    Un saludo!

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    Respuestas
    1. Estás muy guapo XD jajajaja

      Y tanto, a ver si continúan dando caña a este tipo de relatos, que molan mucho (y en cuanto pinten las bandas, ¡más bonitos aún!

      Coincido, ¡felicidades a todos!

      ¡Un saludo!

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